La ruta de Wheelwrigth y su paso por la Región de Atacama

La ruta de Wheelwrigth y su paso por la Región de Atacama

Por Vidal Naveas Droguett

Este aventurero y prestigioso empresario estadounidense, hijo de padres puritanos, nació el 18 de marzo de 1798 en Newbury Port, a orillas del río Merrimack de Massachusetts.

Su vínculo con Chile sería estrecho, convirtiéndose en un personaje clave para el desarrollo del país. Al respecto, el Gobierno de José Joaquín Prieto le otorgó por ley, el 25 de agosto de 1835, una concesión para establecer la navegación a vapor en los mares y ríos de Chile. De esta manera organizó la Pacific Steam Navigation Company y diseñó el primer tráfico comercial a vapor estable por las costas del Pacífico, entre Valparaíso y el Callao. Además, fue el ingeniero responsable de inaugurar el primer ferrocarril en Chile, así como de construir la primera planta de agua destilada en Caldera y el alumbrado a gas hidrógeno en Copiapó. Otra acción destacada de don Guillermo Wheelwright fue su participación en el Primer Cuerpo de Bomberos de Valparaíso en 1851. Como se lee, fue pionero en varios sentidos.

El 14 de febrero de 1851 obtuvo el permiso exclusivo para implementar el telégrafo eléctrico y en marzo de 1852, también bajo la venia del presidente Manuel Montt Torres, lo inauguró enviando un telegrama desde Santiago a Valparaíso.

Con el protestantismo de Wheelwrigth, su hogar se convirtió en un depósito de la sociedad bíblica e incluso financió la traducción de la Biblia en turco. De hecho, en 1868 organizó los primeros cultos anglicanos en Chile, lo cual dio paso en 1873 a la creación y constitución de la Iglesia Anglicana en Chile. Por su parte, los trabajadores extranjeros de Copiapó, con el tiempo, crearon y participaron en la Iglesia Presbiteriana de la ciudad, que aún funciona en calle O’Higgins al llegar a Yerbas Buenas.

Pese a su valioso aporte, Wheelwright decidió abandonar Chile en busca de nuevas oportunidades, tras ver frustrado su último proyecto: la ruta Copiapó-Tinogasta del ferrocarril. Insólitamente, sentía que ya nada tenía que hacer aquí. Por eso, se marchó el 13 de diciembre de 1869, dejando su impronta marcada para siempre en el país.