Mineral Margarita de Astillas

Mineral Margarita de Astillas

Por Bernardo Villegas

Ubicado a 40 kilómetros al norte de Freirina, Margarita de Astillas se esconde entre llanos y cerros en medio del desierto.

Cobre, oro y plata era lo que se extraía de este abundante mineral, donde llegaron a habitar más de 750 personas. Por eso, hubo escuela, iglesia, teatro, consultorio y canchas de tenis, fútbol y básquetbol. 

Tanto en la época colonial como en diferentes siglos de nuestra historia, este importante mineral junto a otros de la zona destacaron en la producción de cobre, otorgando fama y riqueza a mineros y empresarios.

Según se señala en el libro Huasco de cobre, del investigador Oriel Álvarez Gómez, en el Tribunal de Minería de 1789 y 1802 aparecía como dueño de Astillas el minero Isidro Aracena, quien fue uno de los primeros en explotar cobre en Carrizal Alto.

En 1845 existía en Astillas una fundición de cobre de propiedad de los descendientes de Gregorio de la Cuadra.

En 1885 cobran importancia las minas Astillas, Coquimbana y La Negrita, productoras de cobre y manganeso, ya que desde Canto del Agua se extendía un ramal ferroviario hasta esta zona.

Hacia 1956, la Sociedad Capote Aurífero de Freirina adquirió las pertenencias de este yacimiento. Y desde 1959, una vez que se agotó el mineral de Capote, empezó en Astillas la instalación de faenas y la edificación de una planta procesadora de minerales.

Esta empresa explotó a gran escala la mina Santa Margarita, para lo cual montó toda una infraestructura operativa que fue complementada por la dotación íntegra del personal, que en poco tiempo empezó a entregar producción.

En los tiempos modernos, Astillas fue explotada por la empresa de la familia Callejas Zamora, pero en 1970 pasó a ser administrada por una filial de la Empresa Nacional de Minería hasta 1973.

Muchas personas trabajaron por décadas en este mineral, por lo que numerosas familias se formaron ahí. Conversar con ellos es hacerlos recordar una época interesante de su existencia.

Hoy la propiedad pertenece a la familia Luksic, que conserva la mayoría de las instalaciones.